ME NIEGO A PERDERTE

Me niego a perderte.

Me niego a perderte,
de una vez lo niego y esto es definitivo.

Me niego a dejarte o que me dejes,
me niego a perderte porque simplemente
me consumo ante el saberme sin ti,
extraño el percibirte en mis sorderas,
sentirte entre mi corazón que golpea furibundo
cada vez que te avizora tan cercana.

Te necesito, te extrañan aquellas partes de mi ser
(la vida, el alma, sus sentidos, mis membranas)
que invocan tu pasión, tu tristeza, tu energía,
aquellos momentos que en secreto nos amábamos
con un sabor a primaveras, dulce, inmensamente dulces,
cuando eras voluntad y corrías deliciosa
con mis labios en un sueño de amor maravilloso.

Me estremezco recordando noches al desvelo,
acurrucado entre tus brazos,
arrebujado entre tus besos,
gimoteando de amor a las estrellas,
ya que una de ellas eras tu,
¡ Lo sigues siendo!

Y recorrían tus dedos, el arrojo, sus deseos,
has como luces permitentes al titulo,
me derritieron tus caricias.
Palmo a palmo entre tus bocas
saboreamos las vidas,
exploramos sensaciones
y nos metimos en el alma.
Tu me enseñaste a amar, como a ninguna,
y ahora tanto amor me ahoga en el enclaustro.

Te necesito amor, porque te extraño...
para ti y para mi siempre habrá un mañana
en complaciente perspectiva, por encima de la vida
en sus esencias y esperanzas delicadas.